Aquí os lo dejo para que lo disfrutéis.
LA
VIDA SIGUE
El olor a leña impregna el gélido aire que
azota mi cara. Me gusta. Huele a Navidad. La calle, envuelta en sombras, está
desierta. Aspiro profundo intentando
olvidar. En mi mente se agolpan recuerdos
que llenan mis ojos de lágrimas, y me dejo llevar. Los cierro por un
instante y te veo en medio del caos;
sirenas que suenan sin parar y
ensordecen mis oídos, luces que giran y
giran como remolinos interminables. Y el final. Todo silencio. Todo oscuridad. El maullido de un gato me hace acelerar. Quiero borrar esa imagen. Que mi
rostro no demuestre el dolor que
todavía siento.
En
su cama, Pablo duerme plácidamente. Lo miro… lo miro. Podría permanecer horas
enteras, noches enteras, así. Observándolo. Me recuerda tanto a ti. Es la razón de mi
vida, el motor que cada día me hace continuar.
También
en nuestra casa huele a Navidad. Irremediablemente. En la oscuridad del
salón observo el tintineo de las luces
del árbol. El mismo que siempre montábamos entre risas los dos. Y siento que no
te has ido, que estás aquí. Cuidándome. Sólo así, puedo aceptar tu muerte.
Todo está dispuesto para la cena; la
mesa; el guiso en el horno; los
turrones…El sonido del timbre me sobresalta y me dispongo a abrir con la mejor
de mis sonrisas… porque… la vida, sigue.
INMA FÓRMICA
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